En nuestra búsqueda constante por hacer nuestros hogares más eficientes energéticamente, a menudo pasamos por alto un componente clave: las puertas. Aunque parezcan simples elementos de entrada y salida, su papel en la regulación térmica y acústica de nuestro hogar es crucial. Aquí te presentamos cinco formas de mejorar la eficiencia de tus puertas, considerando tanto el ahorro energético como los costos asociados:
Asegúrate de que las bisagras estén bien lubricadas y ajustadas para evitar que la puerta tenga holguras que permitan la entrada de corrientes de aire. Además, verifica que las cerraduras cierren correctamente para garantizar un sellado adecuado.
Aplica burletes adhesivos en el borde inferior de la puerta para sellar cualquier espacio entre la puerta y el suelo. Esto ayudará a prevenir la pérdida de calor en invierno y la entrada de aire caliente en verano.
Si las juntas de goma alrededor de la puerta están desgastadas o dañadas, reemplázalas por nuevas para mantener un sellado hermético y evitar fugas de aire.
Utiliza un sellador de grietas para rellenar cualquier espacio o fisura en el marco de la puerta que pueda permitir la entrada de aire no deseado. Esto ayudará a mejorar el aislamiento térmico y acústico de la puerta.
Con estas medidas simples, puedes mejorar significativamente la eficiencia de tus puertas existentes y crear un ambiente más cómodo y energéticamente eficiente en tu hogar.
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